La placenta es un órgano increíble y único.
Es el único órgano que se desarrolla y crece dentro de otro órgano.
Crece con el bebé desde que se dividen las primeras células, por lo que puede comenzar su importante trabajo de proporcionar alimento lo antes posible.
Es el puente entre la madre y el niño. Crecen juntos, entrelazados y conectados en el útero. Es por eso que en algunas culturas a menudo se le llama gemelo, hermano, tutor o amigo del bebé. También se conoce comúnmente como el "árbol de la vida".
Somos responsables de tratar la placenta con respeto por todo lo que ha hecho.
EL TRABAJO DE LA PLACENTA
La función principal de la placenta es garantizar que el oxígeno se traslade al torrente sanguíneo del bebé y que el dióxido de carbono se lo lleve. Sin embargo, los desechos no se limitan al oxígeno y también incluyen la limpieza de otros desechos producidos por el bebé. Desempeña un papel vital para garantizar que se reciban los nutrientes.
La placenta es un órgano extremadamente complejo. Es como un riñón artificial, permite que la sangre de la madre y la del bebé entren en contacto muy cercano, pero sin mezclarse. Esto permite que la sangre de la madre pase los nutrientes y el oxígeno al bebé y que los productos de desecho, como el dióxido de carbono, regresen del bebé a la madre. Actúa como el sistema pulmonar, renal y digestivo del bebé.
La placenta también juega un papel importante en la producción de hormonas. La placenta produce diferentes hormonas necesarias para el crecimiento del bebe.
La placenta cumple la importante función de proteger al bebé contra posibles infecciones. Sin embargo, no siempre es capaz de distinguir entre lo que es una buena sustancia y lo que no lo es. Es por eso que se les pide a las mujeres embarazadas que eviten sustancias que pueden causar daño, como la cafeína, el alcohol, las sustancias a base de hierbas y las drogas.
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